martes, 23 de marzo de 2010

Diagnóstico: Pena de mar


Hay noches que echo tanto de menos mi playa que creo morirme de pena.

Deseo tanto ese agua que lloro de sed y un lagarto con ojos arenosos me incita a caer.

Suelto las cuerdas y me vuelco a tardes de verano, al tacto volcánico, a un azul y un amarillo que explotan en el mediodía de mi espalda y huelo a sal, trepo por rocas, sudo humedad..

Ya todo se alivia.

Ni un solo día sin barcos ni piratas.

Ni una sola noche sin cabos ni gatas.


domingo, 21 de marzo de 2010

Ni temerá el palpitar de mis manos


Un reloj se derrama en el abrazo de brazos.

Unas agujas se clavan en el meridiano de la madrugada.

Un equilibrio olisquea como un perro sin casa, y no se para, y no descansa.

Párate aquí en mi pecho, que yo te guardo sin que me ardas.

¿Cuándo aprendiste a andar? Que te me largas..

Aparece poderosa, la pantera y sus garras.

No más noches.

Que me coma la mañana.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Estrella de agosto


La princesa Sary vive en el palacio de su nombre, es este un palacio oriental, construido en algún punto entre Estambul y la India.
Esta princesa posee unos grandes ojos verdes que huelen a musgo en corteza de árbol, sus pestañas son tan largas que puedes balancearte en ellas durante horas sin sentir nada de vértigo, ella sabe cómo abanicarlas (este es un arte altamente codiciado, que suscita la envidia de princesas malignas).
La princesa Sary en los días nublados recuerda una cuesta en un barrio granadino desde donde se comía el mundo con su hermano, recuerda una estrella que su papá le bajaba todas las noches del cielo con palmas y quejíos, recuerda un poema de su abuelito, y un vestío rojo con lunares blancos que olía a claveles.
La princesa Sary nunca llora, suspira. Nunca piensa, medita. Nunca escucha.
Nunca escucha porque esta princesa mientras hablas se mete en tu piel, en tu alma, y se convierte en algo luminoso a través del cual las princesas más sensibles pueden filtrarse, difundirse y encontrar su verdadera esencia.
A la princesa Sary le encanta verse guapa, cuida cada detalle de su cuerpo, de su rostro y de su pelo!! sobre todo de su pelo!!porque su cabello es de sirena, es su pelo lo que siempre le recuerda que antes de su vida de geisha, mucho antes de su vida de cortesana, mucho antes de su vida en el bosque..antes de todo eso.. fue mujer pez.
Pero eso lo está descubriendo esta princesa hace relativamente poco, por eso cada vez le gusta más sentir el agua salada por cada milímetro de su piel, y darse baños a la luz de lunas de agosto que renuevan sus escamas año tras año.
Muchos príncipes la cortejan, más ella (orgullosa por naturaleza) desdeña a cada uno de ellos con sonrisas y dulzura.
Ella intuyó desde muy pequeña que con caricias y poniendo ojos de gato todo en esta vida puede conseguirse, es así como la princesa conseguía de sus padres casi todo lo que se proponía.
Sus armas: calor y olor.
La mamá de la princesa Sary es una mamá muy especial, porque le regala a su hija pétalos blancos que la hacen viajar y alas de hada para volar.
A la princesa Sary le encanta bailar y cantar, y sobre todo, respirar.
Pocas princesas se codean con la princesa Sary, es ella abierta en apariencia y más selectiva a la hora de abrir su corazón, hace bien, sabe que es tan preciado lo que tiene dentro que no puede ser malgastado ni contaminado por príncipes y princesas con malas artes.

Cuando entras en el trono de su alma, todo es fácil, nada duele, tanto, que a veces puedes llegar a dudar si existe realmente o es un ángel disfrazado de princesa.

domingo, 14 de marzo de 2010

Hilando con madejas de fuego


La primavera renació del vientre de su diminuto caballito de mar.

Y el laberinto apareció frente a ella, le era fácil ascender por la elevada escalera de caracol, los peldaños de madera mojada absorbian la espuma que sus pies iban dejando.

Al descender, polvo de estrellas a su paso.

En ese instante intermedio entre la subida al Hades y la bajada a los cielos, en ese lugar en la nada (que lo era todo), desaprendió lo aprendido.

Solo recuerda eso: des-apego, des- cubrimiento, des- orbitado, des- prendimiento, ¿des-eo?.


Es lo que tienen ciertos laberintos, que te roban la memoria y te invaden las tripas.





domingo, 7 de marzo de 2010

Mi señor, un vacío..

¡ Si fuera otro tu nombre!
¿ Qué hay en un nombre? Aunque llevara otro nombre
una rosa desprendería el mismo y dulce aroma;
y así Romeo, aunque no se llamara Romeo,
mantendría esa querida perfección que le pertenece
sin tal título. Romeo, renuncia a tu nombre,
y a cambio de tu nombre, que no es parte tuya,
tómame entera.

-Romeo y Julieta-

miércoles, 3 de marzo de 2010

De cómo escalar una columna vertebral


Breve, fugaz, efímero, diáfano, etéreo, borroso.

La equivocación más precisa.

La precisión más errónea.

Peldaños de huesos. Dedos de manos.