martes, 29 de septiembre de 2009
lunes, 28 de septiembre de 2009
domingo, 27 de septiembre de 2009
donde por última vez se divisa Granada
lunes, 21 de septiembre de 2009
Y soñé
Cuando llegué tras varias cervezas dormidas en mi paladar, fué el mejor regalo.
De pronto, en la orilla del Genil, se encontraron palabras griegas que incomprensiblemente comprendía.
Se me vino una frase a la cabeza: no se trata de entenderse sino de aceptarse.
Y aparecieron en los poros años y hojas y olas de aguas que ya no existen y que se meten dentro y qué hacer con ellas...
Decidí dar gracias a esas mariposas que antes fueron humo. Que ahora, tienen otro nombre y revuelven la realidad.
En solo un segundo de azules y corintos, aparece el sueño, y con él, lo que verdaderamente importa.
De pronto, en la orilla del Genil, se encontraron palabras griegas que incomprensiblemente comprendía.
Se me vino una frase a la cabeza: no se trata de entenderse sino de aceptarse.
Y aparecieron en los poros años y hojas y olas de aguas que ya no existen y que se meten dentro y qué hacer con ellas...
Decidí dar gracias a esas mariposas que antes fueron humo. Que ahora, tienen otro nombre y revuelven la realidad.
En solo un segundo de azules y corintos, aparece el sueño, y con él, lo que verdaderamente importa.
Después se descalzaría
Esos zapatos aparecían al cabo del día unas tres o cuatro veces en alguna parte de su cuerpo. Reconocía su tamaño y su textura.
Le gustaba utilizar diez números más grandes que el suyo, no era complicado andar con ellos. Así el piececillo de pez podía navegar dentro y reconocer el mar de cuero cuarteado por siglos y siglos.
Te lo dije Ulises: simplemente estoy siendo.
Le gustaba utilizar diez números más grandes que el suyo, no era complicado andar con ellos. Así el piececillo de pez podía navegar dentro y reconocer el mar de cuero cuarteado por siglos y siglos.
Te lo dije Ulises: simplemente estoy siendo.
domingo, 20 de septiembre de 2009
me eché en los ojos arena
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