jueves, 7 de enero de 2010

El deseo y otros animales


Son de un rojo anaranjao.

Él continúa mirando al horizonte.

Ella sonríe, se promete a sí misma que le otorga el beneficio de la duda, es decir, un minuto más.

Si pasado un minuto él no cae al vacío, ella caminará.

Al vacío de su cuello.

Pasan los sesenta segundos.

Ella respira, se promete a sí misma que le ofrece un solo minuto más.

Si transcurrido este, él no la abraza con una fuerza animal que haga recordar a su ombligo el cordón umbilical; ella gritará.

Muere el último segundo.

Ella suspira, se promete a sí misma que esta será la última oportunidad. Un único minuto más.

Si este expira sin que él deslice su boca, coma sus ojos, respire su vientre; ella desaparecerá.

Justo antes de decir adiós cierra los ojos frente al sol y fija su atención en sus propios párpados vistos desde sus concavidades más íntimas, son de un rojo anaranjao.

En los dos últimos segundos, con todo el presagio del final de los finales, él frente con frente, se entrega. Desaparacen sus pies, gritan sus caderas, camina su boca..
Adiós a su reloj de arena.








2 comentarios:

  1. LA HOMIGA Y EL LEÓN.

    La técnica de caza de la hormiga león
    consiste en enterrarse en la arena suelta, grano fino y calentita (muy agradable).
    Crea una especie de cono inertido,
    un agujero a fuerza de escavar,
    no saldrá de allí, éste será su avatar,
    se coloca en el vértice de este cono
    y se oculta ahí, a hurtadillas bajo la arena.
    Este cono, lo suelen construir
    al abrigo de algo vivo, un arbol robusto,
    que atraiga: no él ni su cono sino el arbusto.
    Si una despistada hormiga
    que recolecta a su gusto,
    cae por error en el cono,
    la hormiga león comienza a moverse
    haciendo que las paredes del cono
    se deslicen hasta su vértice
    donde estará él acechando.
    Este animal ni es hormiga,
    programada para un trabajo masivo,
    ni es león que marca su objetivo
    y se aventura a conseguirlo.
    Cree que puede sembrar pánico por ser león
    y cree que puede atraer
    siendo trabajadora hormiga,
    y crear admiración.
    En realidad es una técnica efectiva:
    no se desgasta cazando
    ni se cansa trabajando.
    Bienaventuradas las hormigas león,
    ya que si las hormigas no van al arbusto,
    las primeras aguantan sin comer
    y no mueren de inanición.

    IZARO

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  2. El castor se caracteriza por sus dotes de construcción, principalmente diques y madrigueras, para ello destruyen árboles que derriban con sus incisivos (probablemente árboles bajo los cuales vive alguna hormiga león).
    El castor mantiene sano y saludable el ecosistema en el que vive, no lo perjudica.
    El castor es monógamo.
    El apareamiento suele realizarse bajo el agua.
    Tiene un desarrollado sentido del oído y del olfato, los cuales le ayuda a percibir a sus mayores enemigos: el lobo y el ser humano.
    En algunas partes del mundo el castor es considerado una criatura divina debido a sus habilidades.
    Prefiero el castor, que a la trabajadora hormiga o al orgulloso león.
    Y menos aún, a un híbrido hormiga-león.
    Pero parece ser que la honestidad en las palabras dichas por cualquier lagartija no tienen mucho valor.
    Será por ser prima hermana de la serpiente y aquella idea judeo-cristiana de animal malévolo y pecaminoso aún pesa demasiado.
    MI MUNDO SUBTERRÁNEO

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