domingo, 11 de abril de 2010

Pequeño Dios que me quema


Donde la carne se hace agua

y se deshilan las venas,

se encienden luces saladas.

Se sueña con nucas aladas,

manos, sombras, palmeras...

Imagino, de nuevo, que insistes,

mas esta vez abro la verja,

mil caballos entran, levantan nubes de tormenta.

Y en el sol del mediodía,

dos trapos mojados se secan,

"que yo no tengo la culpa,

que la culpa es de la tierra".

1 comentario:

  1. Y DE DE ESE PEDAZO DE OLOR QUE TE SALE DE LOS PECHOS Y DEL PELO LISO QUE PODRÍA SER TRENZAS.

    ¡AY! QUE LAMENTO, QUE FUEGO ME SUBE POR LAS OREJAS (TAMBIÉN POR LA CABEZA,VALE,Y POR OTROS LUGARES...) QUE VIDRIOS SE ME CLAVAN EN LA LENGUA, PORQUE YO QUISE OLVIDAR Y PUSE UN MURO DE PIEDRA, ENTRE TU CASA Y LA MÍA, ES VERDAD, NO LO RECUERDAS,...PERO COGÍA EL TECLADO Y EL EMAIL IBA A TU PUERTA.

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