jueves, 16 de septiembre de 2010

En los claveles de mi mirar

La cuerda.
¿Pa qué?
Pa saber dónde no estás, pa escaparte de veras, pa en la pared de cal clavar púas con tiestos y simientes de primavera.
Pero es otoño.
Por eso la cuerda. Pa partirla en tres y esconderla. Una en la luna, otra en la tierra, y la última en mis caderas.
Así cuando bebas la noche y fumes la hierba, te darás cuenta que ná tiene sentío si no asciendes por mis piernas.
No entiendo. Me gusta la luna, me gusta la hierba, me gusta trepar a la cima de las caderas. No partas ninguna cuerda.
Disculpa la risa...pero es que me lo pediste en sueños con todas tus fuerzas.


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