La cuerda.
¿Pa qué?
Pa saber dónde no estás, pa escaparte de veras, pa en la pared de cal clavar púas con tiestos y simientes de primavera.
Pero es otoño.
Por eso la cuerda. Pa partirla en tres y esconderla. Una en la luna, otra en la tierra, y la última en mis caderas.
Así cuando bebas la noche y fumes la hierba, te darás cuenta que ná tiene sentío si no asciendes por mis piernas.
No entiendo. Me gusta la luna, me gusta la hierba, me gusta trepar a la cima de las caderas. No partas ninguna cuerda.
Disculpa la risa...pero es que me lo pediste en sueños con todas tus fuerzas.
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